CHEMA VERA. Este martes vi el documental que ofreció TVE tras la exhibición de la selección, El alma de la Roja, y me conmovió. Ver los grandes futbolistas que ha tenido España, que fueron entrevistados y que nuestro país nunca haya pasado de cuartos en un Mundial es para hacérselo mirar. Jugadores como Luis Suárez, Di Stefano, Iribar, Santillana, el malogrado Juanito, Michel, Butragueño, Hierro, Luis Enrique, Arconada, Raúl, Zubizarreta, Amancio y un largo etcétera... no han podido ser campeones y creo que el fútbol nos debe una.
Siempre algo se opuso en nuestro destino, cuando no fue una moneda que nos privó de disputar el mundial de Suiza de 1954, fueron errores de grandes futbolistas españoles como Cardeñosa en el Mundial de Argentina 78, Eloy que falló un penalti con una España que se mostró muy superior a Bélgica durante todo el encuentro en el Mundial de México 86, la ocasión de Salinas ante Italia en el mundial de EEUU 94 con el gol de Roberto Baggio en la jugada siguiente y quién no recuerda en ese mismo encuentro un codazo de Tassoti a Luis Enrique, ¡cómo lloraba el asturiano!, eran los lamentos de un país... o el error de Zubizarreta el jugador con más internacionalidades ante Nigeria en Francia 98. Y cuando no fueron nuestros jugadores, fueron los colegiados, como el maldito Al Ghandour en Corea 2002. Aún guardo en mi retina como si fuera ayer las ganas que tenía Helguera de golpear al susodicho colegiado.
Llegó la hora de acabar con el maleficio, porque algo ha cambiado, lo comprobé en el reportaje, este Mundial es el primero en África, en ese continente no hay antecedentes de gafes españoles y, lo que es más importante, hace apenas dos años fuimos campeones de Europa, los penaltis de cuartos ante Italia con un Casillas primoroso cambiaron el sino de nuestro fútbol. Lo logramos en Europa, ¿podremos repetir el éxito a escala mundial? Por supuesto.
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