¡Dichosas trompetas!

CHEMA VERA. Como venimos comentando, el de Sudáfrica no es un Mundial más, es el primero que se celebra en África y tenía que tener su punto exótico... las "vuvuzelas", vamos, las trompetitas de toda la vida en el viejo continente. La verdad que no hay cosa que más me irrite en un estadio de fútbol, cuando acudo, que tener al lado al pesado de turno con su dichosa trompeta celebrando los goles o quejándose de cualquier decisión polémica del colegiado. Algunos le encuentran uso para todo... así me demuestran lo que disfrutan con el deporte rey.



Me gustan los estadios en los que los seguidores rugen y se dejan la garganta animando al equipo de sus amores, en los que ondean las banderas y las bufandas pero en este Mundial no será así... Y es que se repartirán numerosas trompetas entre los aficionados que acudan a los partidos en Sudáfrica. ¿Esto es fútbol o estamos de carnaval? Me imagino que cuando ruede el balón (ese polémico Jabulani) todos nos olvidaremos de las situaciones extradeportivas que rodean al evento.

Los primeros perjudicados ante esta estampa, serán los jugadores que creerán que están escuchando a la orquesta de su pueblo, en lugar de estar practicando su profesión. Supongo que será como todo en esta vida, tendrán que acostumbrarse. Por este y muchos otros motivos, este, es un Mundial raro, diferente, extraño... Por eso confío, y cada día más, en que el campeón de la copa Jules Rimet, el próximo 11 de julio, sea un equipo atípico que nunca se haya proclamado campeón del mundo anteriormente... ¿Por qué no España?