ALBERTO LÓPEZ MARÍN.
-¡Mamá!, ¡mamá!, hay un extraño en el jardín.
-Tranquilo hijo, es Torres, no hace nada.
Leía esta mañana este chiste en Twitter y deseaba que hoy, por fin, el 9 de España no pareciera un espontáneo sobre el césped. ¿Nadie se imaginaba que esto iba a ocurrir? Del Bosque no debe alinear a quienes no hayan demostrado merecer estar en el once. Primera parte aciaga. Cero tiros a puerta de España y algún que otro susto de Paraguay con una actuación sobresaliente de Piqué y desacertada de Puyol. Sólo cinco llegadas al área. El rival ha mantenido una presión intermitente pero intensa y el defensivo se ha comido al ofensivo, en un choque plagado de imprecisiones en el centro del campo y sin intervenciones destacables de Xavi ni de Villa. Por no hablar del extraño del jardín.
La segunda parte arrancaba con un inspirado Busquets, que en un par de acciones azuzaba a sus compañeros mostrándoles que España también podía robar balones arriba y poner a Paraguay en apuros. Por lo demás, un partido que nos habría hecho apagar la televisión de no tratarse de los nuestros. Sale Cesc, se marcha el extraño del jardín. Penalti claro de Piqué. “Es el momento de Casillas”, dice Antonio Romero en Carrusel. Grande Casillas. 0-0. Partido loco. Penalti en el área contraria, lanza Xabi Alonso. Anula el gol, manda repetir el guatemalteco. Falla Alonso. Grande Villar, a la segunda. El guatemalteco se come un penalti a Cesc. Joder con el guatemalteco. Se rompe el partido, aquí puede pasar cualquier cosa. Al menos, hemos recuperado al portero. Jugamos con once. Con portero y sin Torres, al fin. España está enfadada, no se perdonaría perder este partido, dejar escapar la gloria. Cesc le da peso al centro del campo, vuelve el toque. Huele a gol. España saca la fuerza, el pundonor. Ni rastro de Villa. Mala señal. O muy buena. Entra Pedro; sale Alonso. Minutos malos, tufillo a prórroga. No, por favor. Qué malo es el guatemalteco. GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL. Quién si no. Tenía que ser Villa. Tenía que ser Iniesta el obrador de la jugada y del pase. Qué rabia, qué alegría no contenida, qué puñetazo sobre la mesa, coño. Gol a Paraguay. Gol al guatemalteco. Golpe al Mundial.
La final de la Eurocopa será una de las semifinales en Sudáfrica. Alemania nos come si jugamos así, pero que nos quiten lo ‘bailao’. Todo ha cambiado con un nutrido centro del campo. La España del tiqui-taca es ahora una España canchera, con múltiples deficiencias pero con una gran virtud: David Villa. Tenemos una cita el miércoles. Soñar es gratis. Enhorabuena a todos. También al extraño del jardín.
Estaba de boda y vi el partido con italianos que me fueron explicando cómo se vive un partido predestinado al uno cero. El fútbol es un lenguaje universal con distintos acentos. Curiosa experiencia, aunque no pude controlar la taquicardia. Las agonías son terroríficas pese a que terminen bien. No me acabo de acostumbrar a esta selección que hace equilibrios sobre un alambre más fino que uno de cobre. España ya no es favorita y eso nos puede favorecer, o no, o yo qué coño sé.
ResponderEliminarMi fatalismo me dice que Alemania nos va a pasar por encima. Mi experiencia me comenta que los españoles damos lo mejor de nosotros mismos cuando nadie espera que lo consigamos. A ver...
Por ahora, disfrutaremos de una semifinal, coño por fin, que aunque perdamos no nos mandará a casa, sino a la final por el tercer puesto.
Tambien creo q Ale nos puede aplastar y hacernos MUCHO daño. Tb pienso que podemos acogernos a la 'gloriosa' y vencer a los teutones precisamente por la falta de presión.
ResponderEliminarEn cualquier caso, lo conseguido es ya para estar muy contentos. Que perdemos, pues perdemos, y no pasa nada. Las semis son un triunfo y nos sacan de ese fatalismo coñazo de Luis Aragones dándoselas de más sabio de lo que es en plan "esto se venia venir", debates nacionales sanguinarios y Marca dando caña y a troche y moche y tal tal.
Quien lo iba pensar, por cierto, después de aquel mazazo suizo. Gran Mundial el que estamos viviendo, aunque el juego de españa, ojo, no me acabe de convencer del todo. Dirá lo quiera Mr. Escudero, pero suscribo totalmente el chiste de Torres.
Para las semis, que se quede en el banquillo. Si eso, que lo saque en el 75 en plan revulsivo y factor suerte.